El título de unas de sus películas la describe perfectamente, Una cara con ángel. La verdad es que irrumpió en el mundo del cine como un ángel. Irradiando pureza y encanto desde la pantalla encarnando a personajes adorables en un tiempo en el que el viejo starsystem parecía estar condenado al olvido, Audrey Hepburn se convirtió en una estrella rradiante que arrastraba a las masas a ver sus películas y que convertía en tendencia cualquier modelo que lucía ante las cámaras.
No hay comentarios:
Publicar un comentario